La ofrenda del Día de Muertos es una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal y la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl). La ofrenda, tal y como la conocemos hoy, es también un reflejo de la fusión del viejo y el nuevo mundo.
Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles -incluimos aquí las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal-.
¿Qué elementos no deben faltar en mi ofrenda?
El agua
El pan (comida)
Copal e incienso
Velas y veladoras
La sal
Las flores
El petate
El izcuintli
El papel picado